Determinadas enfermedades y los tratamientos médicos de los pacientes con anticoagulantes, que se emplean para las mismas influyen en la praxis odontológica y en el tratamiento dental que necesitan realizarse.
Los fármacos anticoagulantes y antiagregantes plaquetarios están asociados a un incremento en el tiempo de sangrado y el riesgo de hemorragia postopertaria.
Los anticoagulantes interfieren en la cascada de la coagulación, reduciendo finalmente la formación de fibrina.
Los más utilizados son:
- warfina sódica
- acenocumarol (Sintrom)
- heparina.
ANTIAGREGANTES PLAQUETARIOS
Se emplean para prevenir la trombosis arterial en la que el usos de los anticoagulantes orales es inapropiado o ineficaz.
Su principal mecanismo de acción es inhibir la agregación de plaquetas y por tanto, la formación de trombos o coágulos en el interior de las arterias.
En el caso de aquellos tratados con anticoagulantes orales, se debe suspender el tratamiento y reemplazar los anticoagulantes por heparina o disminuir los niveles de warfina siempre reslizando una interconulta con el hematólogo.
Tanto en pacientes anticoagulados como bajo tratamiento con antiagregantes, se deberán usar medidas hemostáticas locales.
- antiinflamatoriois no esteroides (AINES) porque aumentan la tendencia al sangrado.
- se debe tener un especial cuidado con los antibióticos macrólidos (eritromicina y claritromicina), los nitoimidazoles (metronidazol),
- penicilinas de amplio espectro
- cefalosporinas o las quinolonas porque también pueden aumentar el efecto anticoagulante.
Es ideal tratar a estos pacientes a primera hora de la mañana y al comienzo de la semana para tratar mejor las posible complicaciones por sangrado.